Rapidez, eficacia, fácil adaptación al cambio, búsqueda activa de soluciones competitivas… Estas son solo algunas de las ventajas que ofrecen las metodologías ágiles de desarrollo de software. Surgida a principios de este siglo XXI, precisamente, para la gestión de proyectos informáticos, esta filosofía de trabajo ha conquistado ya al resto de sectores. Cada vez más multinacionales y grandes empresas, sobre todo las que apuestan por la innovación, se suman a la adopción de la metodología Agile con el objetivo de conseguir mejores resultados en un ambiente cambiante. Pero ¿en qué consiste en realidad esta forma de trabajo y qué beneficios aporta a las compañías?
Metodología Agile: el concepto
Trabajar con metodologías ágiles de desarrollo de software supone fraccionar el proyecto en diferentes fases y grupos o departamentos y establecer periodos cortos y puntuales para entregas parciales. Así, los equipos de trabajo están en disposición de presentar a los responsables los avances previamente acordados y de aplicar las modificaciones necesarias sobre las últimas tareas.
Fueron los directores generales de las principales empresas de software de principios de los 2000 los que idearon esta metodología ágil. Buscaban una solución eficaz para sus proyectos de desarrollo. ¿Cuál era el problema? Estos planes solían eternizarse, con fechas de entrega muy lejanas en el tiempo, y, además, no se podían adaptar a la realidad cambiante. Una vez concluidos, solo había dos opciones: “parchearlos” para introducir todos los cambios y adecuaciones a la situación del sector, o sustituirlos por otros nuevos (mismo proceso, mismo problema).
Tras el encuentro, todos estos propietarios de software rompieron de manera definitiva con las técnicas lineales de desarrollo de proyectos y adoptaron un sistema de trabajo en equipo y por niveles, flexible, rápido y eficiente. Fue el paso del control de tareas a la metodología ‘Agile’.
Las bases de la metodologías ágiles
Esta filosofía de desarrollo de proyectos tiene sus pilares bien asentados y recogidos en lo que se conoce como el Manifiesto Ágil. Sus principios podrían englobarse en tres grandes grupos:
El cliente o propietario.
Es la prioridad. El objetivo es entregarle software actualizado y con valor, de manera frecuente (de dos semanas a dos meses). Cliente y desarrollador trabajarán conjuntamente durante todo el proyecto para conseguir un resultado totalmente personalizado.
El trabajo y los equipos.
Se optimizan las tareas, eliminando las acciones innecesarias, y se pide a cada grupo de trabajo organización absoluta para conseguir buenos diseños y arquitecturas. La reflexión sobre los errores también forma parte del proceso, para la que es necesaria la comunicación cara a cara entre todos los equipos. Además, el sentimiento de pertenencia al proyecto es un básico. Cada uno de los participantes debe contar con las herramientas, el apoyo y la motivación necesaria para seguir adelante con buenos resultados.
El cambio.
Se tiene en cuenta como una posibilidad más que probable en cualquier fase del proceso (incluso en las más avanzadas). La idea es adaptarse a él y sacarle provecho, además de impedir que ralentice la buena marcha del trabajo.
Razones a favor de las metodologías ágiles
La rapidez, la flexibilidad y, en el fondo, la eficacia del proceso son las tres principales ventajas que hacen ideal el uso de metodologías ágiles. Sobre todo, en sectores en constante cambio o rodeados de incertidumbre. Pero, si las miramos con lupa, podemos extraer otras razones a favor de esta filosofía: supone costes más bajos (necesita menos gente y menos tiempo), implica más a todos los miembros del equipo y consigue un producto más adaptado a las necesidades y exigencias del cliente final.
No hay una única metodología Agile para cada empresa, sino varios sistemas de trabajo. Algunos, como Scrum o Kanban, son los más conocidos y utilizados. Pero el Consorcio de Empresas Ágiles aconseja crear un sistema propio que combine lo mejor de todas las metodologías desarrolladas.
Si quieres conocer más detalles sobre este tipo de sistemas de trabajo flexible, ágil y funcional, consulta las ventajas de nuestra herramienta de gestión.