Sin embargo, lo que me ha llevado a hacerlo es una idea que me ha venido a la cabeza esta mañana mientras leía nuevamente en la prensa la recomendación que nos hacen las autoridades sanitarias sobre la necesidad de quedarnos en casa.
Mi reflexión es muy simple, pero no por ello deja de ser un hecho muy destacado. Es que, gracias a que hace unos años iniciamos el camino hacia la tecnología y la transformación digital de las empresas, hoy muchos de nosotros podemos estar trabajando desde casa. Con el menor impacto posible en la economía de nuestras empresas y por tanto de la economía general.
La transformación digital, ese proceso que hace menos de una década no se sabía muy bien para que serviría. Constituía un elemento complementario que aún tardaría en ganar peso dentro de los departamentos de innovación de las organizaciones.
Este proceso ya irreversible de incorporar la tecnología en nuestras empresas, que tantos frutos está dando y que también ha calado a nivel individual, en lo cotidiano de nuestras vidas, incorporando en nuestros hogares los dispositivos y las redes que nos permiten, entre otras cosas, estar conectados y tener un acceso inmediato a la información.
La tecnología nos está ayudando a estar en relación con los demás y especialmente con los seres queridos. También está siendo decisiva para que podamos recibir consejos sanitarios y de comportamiento ante la situación actual.
El trabajo en remoto, así como las modalidades BYOD (Bring your own device) hacen posible que los empleados de una organización desempeñen su trabajo y permanezcan comunicados entre sí, con independencia de dónde se encuentren.
Este hecho tan simple y a la vez tan complejo, que se ha convertido ya en algo cotidiano, cobra especial relevancia en momentos como los que vivimos actualmente en los que a pesar del aislamiento recomendado necesitamos mantener un ritmo de trabajo aceptable para que la economía no se detenga, para que los proyectos sigan su curso y para mantener nuestros compromisos con nuestros clientes, nuestros colaboradores y nuestros proveedores.
En este momento la tecnología es nuestro principal aliado. Gracias a los dispositivos y las herramientas disponibles podemos mantener las actividades previstas en nuestras agendas. Para ello será necesario establecer nuevos protocolos de actuación, una nueva forma de gestionar los procesos y celebrar todas nuestras reuniones de manera online. Pero de eso se trata ahora!
La digitalización de nuestro puesto de trabajo permite ahora una significativa descentralización y movilidad del mismo. Esto también tiene una repercusión directa en el nivel de productividad. Será un ejercicio interesante para cada uno de nosotros analizar cómo evoluciona nuestra productividad en este nuevo escenario. Este reto de transformación digital acelerada será una excelente prueba de estrés para que tanto sus detractores como los que están a favor se carguen de argumentos en uno u otro sentido.
Cuando más se ha complicado la situación es cuando más consciente somos de que hay plataformas y aplicaciones absolutamente para todo. Y en el ámbito del branding y el marketing afortunadamente también.
En el ámbito de las marcas, el marketing y la comunicación, hoy existen herramientas que fueron desarrolladas para gestionar nuestras marcas de manera totalmente digital. Plataformas como el Brand Center nos permiten hacer un seguimiento sistemático y desde la distancia de cualquier proceso. Crear piezas de comunicación de forma on line en las herramientas de diseño, de manera ágil y desde cualquier dispositivo. Impartir formación sobre los criterios que fundamentan nuestra marca en aquellos lugares que ahora no están a nuestro alcance, o compartir recursos de forma ágil y global. En definitiva, nos permiten estar más cerca de nuestro colaboradores y garantizar una gestión eficiente y sin errores.
Termino con mis mejores deseos para que nuestro esfuerzo individual trabajando desde casa nos mantenga lejos de la cadena de transmisión de los virus y así contribuir para que esto pase pronto.